jueves, 11 de abril de 2013

EL VERRACO Y LA CERDA


El macho o verraco
Dentro de la porcicultura, es importante la selección de un buen macho. El es el responsable de trasmitir la mitad de las características para los animales que deseamos en nuestra granja.
Se debe clarificar lo que deseamos. Con respecto a las características de la razas, el tipo
de cruces y los registros, se tomara la decisión correcta y se procederá a conseguir un macho
de buena genética o un auto reemplazo (macho de la misma
granja), bien seleccionado.El macho desde su entrada al pie
de cría, debe tener manejo y alimentación especial. Hay que evitar no golpearlo, tenerle paciencia y evitar que se engorde demasiado. Un animal
agresivo y muy gordo, podrá lastimar a la cerda y/o al operario encargado. A un macho
joven hay que buscarle hembras adultas (con experiencia), para que aprenda todo el
proceso de la monta y cortejo. Los adultos, por su peso, montaran en lo posible hembras
de su talla.
Las dimensiones del corral deben ser de 4 a 5 metros cuadrados, con comedero y
bebedero cómodos. Si se utiliza monta natural,U hay que construirlo cerca a las hembra
de cría, para estimular la presencia de celos. Si quiere evitar enfermedades, no preste
sus machos para montas naturales en otras granjas. La madurez sexual de la especie
porcina oscila entre los 6 y 9 meses, con un peso promedio de 140 a 160 Kg. Algunos
animales comienzan su pubertad mucho antes, pero no es recomendable utilizarlos con
fines reproductivos. No abuse de los machos y utilice poco a los jóvenes. Los primeros,
hasta 6 veces por semana (tres hembras) y los segundos, 4 veces por semana (2
hembras). El alimento que deben consumir diariamente son 2 Kg. de gestación, y si
están en servicio 3 Kg. de lactancia diarios.
 Se debe prestar atención al deseo sexual, observando como se comporta el animal en
su salida del corral. Si presta interés por las hembras y con que exaltación realiza la
monta. Es necesario estipular por registros y análisis de laboratorios seminales, como se
están comportando sus espermas y las glándulas accesorias.


La hembra o la cerda 
Las hembras requieren un programa de selección, vacunación, medicación y
alimentación o “flushing”. Dentro de las explotaciones porcinas artesanales, se realizan
las auto sustituciones; ó sea, la escogencia de las hijas de las mejores hembras de la
piara. Deberán seleccionarse tomando el mayor número de
variables posibles, como: raza de los progenitores, numero de
partos, lechones nacidos y destetos año. Igualmente el peso
de esas camadas tanto al nacer como al destete y el rastro.
También la conversión alimenticia, cantidad de grasa dorsal antes de
la monta, capacidad de recuperación después de la
lactancia, ausencia de hernias, flujos, aplomos, duración del parto
(estreches de cadera o atonía uterina), comportamiento y rusticidad, etc.

Las hembras ya seleccionadas, o adquiridas en alguna casa genética, deben tener una
cuarentena antes de ingresarse al área de reproducción. Ahí, según su peso (>100kg) y
edad, tendrán un alimento especial para primerizas por 15 días a razón de 3kg/día. Este
alimento debe ser rico en energía, minerales y aminoácidos, que suplirán todas las
necesidades de la hembra para su desarrollo reproductivo. Deben acostumbrarse a las
labores diarias del personal, al clima de la región, horarios de alimentación, población
bacteriana y al macho respectivo.
Se debe asignar un numero y un registro individual, donde se apuntarán con fechas, las
labores y eventos que se realicen, enfermedades, tratamientos, flujos, plan vacunal y lo
mas importante: el numero de celos que presenten en esté periodo, ya que con él se
podrá determinar y planificar su monta, cuando entre a la sección de cría. Ya la hembra
con plan vacunal listo, talla adecuada (130-140kg), edad apropiada (6-7meses), grasa
dorsal (<de 22mm) y dos a tres celos que se le deberán dejar pasar, se incorporará en
una jaula de gestación lista para la monta, junto con las otras hembras de la producción.


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